El maravilloso mundo de Ken Russell

Lo prometido es deuda,ahí va el artículo de mi colaborador,Lord Alfred(no os olvideís que podéis mandar todas vuestras preguntas o sugerencias en los comentarios:todo lo que sea relacionado con el cine,Lord Alfred estará encantado de contestaros):

1. LA SEMILLA
De vez en cuando, ironías del destino, un artista que durante un periodo de su vida fue paradigma de su arte, cae inexorablemente en el ostracismo más absoluto, sea por la mala suerte de una muerte no llegada en el cenit de su carrera, por cierta maligna hostilidad del mundo que los rodea o simplemente por la falta de un verdadero talento que produzca frutos y que se mantengan sanos tras una larga maduración.

Todo ello y nada, le sucede a la figura de Ken Russell, inglés nacido en la ciudad portuaria de Southampton donde, acompañando a su madre, tuvo la oportunidad de ver mucho cine. Mientras presta servicio en la British Naval Army, en la triste soledad de un buque, Russell encuentra una serie de discos con composiciones de Elgar y Chaikovski y descubre a dos compositores que le acompañaran durante todo su vida. Tras licenciarse, sigue un curso de electricista. Luego se interesa por la pintura, la interpretación y finalmente, y con pasión, por la danza, “y todo bastante mediocremente”. Cuando comprende que no puede dedicarse con cierta dignidad a ésta, da marcha atrás y comienza un curso profesional de fotografía en Londres. Tenía 26 años. Russell intenta inútilmente y bastante desprevenidamente entrar en la industria cinematográfica inglesa, empujado por la sugestión de sus recuerdos infantiles, (suscitados, sobretodo a partir de las películas de Fritz Lang y Leni Rienfensthal). A mediados de los 50 se convierte al catolicismo y realiza un par de cortos para la Catholic Film. Es en este momento cuando se produce el encuentro, enamoramiento y rápido matrimonio con Shirley Kingdon, mujer fascinante y futura diseñadora de vestuario de sus películas, (durante su viaje de bodas en Haworth, Russell toma una veintena de fotografías de ella personificando a las tres hermanas Brontë, en su Casa-Museo natal, que logrará vender a alguna revista londinense). A finales de la década entra como realizador a la BBC, sustituyendo al emergente John Schlesinger. Allí realizará durante los siguientes diez años una buena cantidad de docudramas de artistas con libertad creativa y resultados artísticos siempre ascendentes.